Columna de Opinión

Inteligencia artificial :: Exclusión natural

26/7/2023
Autor:
Mg. Mauricio R. R. Hilbck

Para esta columna, consideré, en un inicio, publicar la redacción generada por ChatGPT, luego de plantearle un prompt adecuado según las pautas proporcionadas para esta nota, y mencionar de forma explícita el uso de esta herramienta en las referencias. Sin embargo, tras leer el resultado, lo encontré insatisfactorio. Posteriormente, tomé conciencia de que había utilizado el modelo 3.5 en lugar del modelo 4 del chat, debido a la falta de suscripción. Este hecho adquiere relevancia, ya que el costo de suscripción puede ascender hasta los 20 dólares mensuales (aproximadamente, 80 soles), una cantidad significativa, si se toma en cuenta el actual nivel de inflación a nivel mundial.

El uso masivo y acelerado de herramientas de inteligencia artificial (IA) ha generado dos tendencias aparentes. La primera, a la que denominaremos “distópica”, experimenta cierto temor no solo por la posible repercusión estructural en los empleos, sino también por la noción de que la IA podría alcanzar una conciencia de su existencia, volverse más autónoma y, en última instancia, escapar al control humano. Este argumento sugiere que la IA podría desarrollar una conciencia propia y, como resultado, los seres humanos perderían el control sobre ella. Por otro lado, la otra facción, a la que denominaremos “utópica”, sostiene que el uso de la IA podría generar oportunidades en términos de productividad, eficiencia y, en última instancia, una nueva revolución tecnológica.

Aunque, en lo personal, me inclino más hacia la última facción, creo que mi postura es más ecléctica. Reconozco que la IA es algo inminente y que ha llegado para quedarse. Así como ocurrió con el uso deInternet y la transformación digital, tanto individuos como empresas deben adaptarse y aprovechar al máximo esta tecnología. Sin embargo, como mencioné, su costo es considerable. Más importante aún, su implementación plantea desafíos en términos de privacidad de la información, sesgos en los modelos utilizados y cuestiones de ciberseguridad que deben ser abordadas con prontitud.

Me gustaría centrarme en el aspecto del costo. A pesar de su “viralidad”, la mayoría de las herramientas de IA ofrecen una versión de prueba gratuita que es bastante básica y no aporta un valor significativo. En general, estas herramientas no son masivas ni completamente de “código abierto”. Si una empresa o una persona desea convertir la IA en su aliada o compañera de trabajo, deberá pagar para utilizarla al máximo de su capacidad. Si los individuos desean emprender, investigar o, simplemente, acceder a esta tecnología, no solo deben pagar, sino también poseer cierto grado de conocimiento y capacitación en su uso. En otras palabras, el acceso y uso de la IA, además de ser costoso, requiere de un nivel de alfabetización tecnológica.

Este punto, por ende, genera, inherentemente, disparidades en cuanto a su acceso y utilización. Ambas posturas plantean, en especial la “distópica”, que se está ampliando todavía más la brecha en la sociedad, por lo que se requiere de la adopción de medidas para abordar esta problemática. Si nos enfocamos en Latinoamérica, donde aún se enfrentan desafíos en términos de inclusión financiera y brecha digital, esta nueva tendencia podría generar una exclusión tecnológica completa en ciertos países yen determinadas circunstancias. A modo de ejemplo, en el Perú, según datos proporcionados por el Ministerio de Educación (Minedu), en el año 2020, solo el1.4 % de los hogares rurales con hijos en edad escolar cuenta con acceso ala conectividad. Sí, ha leído correctamente. Esto implica que casi el 99 %de esta población carece de acceso, incluso, a internet. Estos hechos se producen en un momento en el cual el mundo está hablando acerca de la inteligencia artificial y sus avances.

 

Para terminar, le preguntamos al modelo sin costo de ChatGPT lo siguiente:

Prompt: “¿Crees que el costo que se debe pagar por usar ChatGPT y otras herramientas de IA pueda generar mayor inequidad alrededor del mundo y, con ello, tensiones sociales y políticas con limitado acceso a las mismas?”.

ChatGPT: “Es indudable que el costo asociado al uso de herramientas de IA, como ChatGPT, puede generar inequidades y acentuar las brechas existentes en diferentes contextos. El acceso limitado a estas tecnologías por parte de ciertos sectores de la sociedad puede crear una disparidad en términos de oportunidades laborales, educativas e incluso de investigación…la falta de acceso a herramientas de IA puede tener implicaciones políticas y sociales significativas. En las naciones más pobres, donde las desigualdades ya son una preocupación constante, la brecha tecnológica puede aumentar las tensiones sociales y políticas. La frustración y la percepción de injusticia pueden conducir a conflictos y agitación social, afectando la estabilidad y la gobernabilidad de dichos países”.

Luego, propone algo muy “humano”:

“Es fundamental abordar esta problemática desde una perspectiva inclusiva y equitativa. Es responsabilidad de los gobiernos, las instituciones académicas y las organizaciones internacionales fomentar políticas y programas que promuevan el acceso a la IA y las herramientas de IA de manera equitativa.Esto implica invertir en infraestructura tecnológica, ofrecer programas de capacitación y promover la colaboración entre diferentes actores para garantizar que las ventajas de la IA estén al alcance de todos… Asimismo, es esencial impulsar la investigación y el desarrollo de tecnologías de IA asequibles y accesibles. Esto permitiría reducir los costos asociados y ampliar su adopción en entornos menos privilegiados. La cooperación internacional y la transferencia de conocimientos también desempeñan un papel clave en la reducción de la brecha tecnológica y la promoción de la equidad en el acceso a estas herramientas”.

¡ChatGPT ha hablado! (O escrito, hasta el momento).

Esperemos que la utopía comience.

Referencias

https://chat.openai.com/

https://davebirss.com/

@ruraliaperu

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Mg. Mauricio R. R. Hilbck. MSc in Finance and Management por Cranfield School of Management, Reino Unido