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Orgullo en Gestión: Rossmery Atarama triunfa con la beca Young Leaders for Education en el V Encuentro Internacional de Rectores Universia

3/8/2023
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Del 8 al 10 de mayo del presente año, se celebró en España el encuentro que reunió a cerca de 700 líderes académicos de más de 14 países.

 

Gracias a la beca Young Leaders for Education, 60 estudiantes de 11 países, elegidos entre 30,000 aspirantes, fueron partícipes del evento. Nuestra egresada y docente, Rossmery Atarama, nos cuenta un poco de lo que fue su experiencia en el evento y su premiación como mejor proyecto del eje “Fomentando las redes y la interconexión”.

 

El proceso de selección

 

Cuéntanos Rossmery, ¿Cómo fue la postulación para esta beca? ¿Cómo te sentiste al ser elegida?

Bueno, para mí esto ha sido uno de los logros más grandes que he tenido dentro de mi desarrollo profesional fuera de la universidad. Nos contaron ya en el evento que habían sido más de 35.000 aplicaciones a nivel mundial. En la primera fase se filtraron a los 500 mejores perfiles para finalmente ya seleccionar a 60 becarios de todo el mundo para para llevarlos a Valencia y asistir al V Encuentro Internacional de Rectores. Por primera vez estaban llevando las voces de jóvenes líderes en educación que se desenvuelven en este ámbito para que los rectores escuchen estas nuevas propuestas. Ya que tengo un especial interés en desarrollarme en el mundo académico, en el mundo de la docencia, alcanzar una beca para este tipo de eventos era simplemente sorprendente. De hecho, cuando vi la convocatoria traté de pulir cada una de las fases, cada una de mis presentaciones, mi carta de motivación, los exámenes que había rendido y mis ensayos.

Luego nos indicaron que de los 60 seleccionados se iban a organizar los premios Young Leaders for Education. Aquí hubo tres ejes temáticos: el primero que es fomento del emprendimiento e innovación, el segundo que es formación a lo largo de la vida y el tercero es fomento de redes e interconexión entre universidades. Nos pidieron que cada uno escoja un eje y proponga un proyecto; el mejor de cada uno iba a ser premiado. En la clausura del evento hicieron la premiación y ahí es donde nos llamaron. Fue sin duda el momento más emocionante que he tenido en mi vida. Cuando nos pidieron acercarnos al escenario, ver mi nombre ahí en las pantallas, el nombre de la universidad, el nombre del país, me llenó de mucha emoción, de mucha satisfacción.

 

¿Y cómo te animaste a definir el tema de tu proyecto?¿Cuáles fueron los criterios?

Empecé a leer cada uno y la verdad es que los tres me llamaban mucho la atención, sentía que tenía un buen perfil para el tema de emprendimiento por la experiencia que tengo. Para lo del aprendizaje a lo largo de la vida, siempre me he considerado como una eterna aprendiz, una learner, pues nunca he dejado de aprender y más en la docencia. Siempre hay que estar en constante preparación para dar las clases y los alumnos también, de alguna manera, nos enseñan cosas nuevas a nosotros. Pero finalmente me decidí por el eje de fomento de redes e interconexión entre universidades.

Basé mi propuesta en las experiencias que había tenido dentro de mi formación en el pregrado y en el posgrado. Me di cuenta que el hecho de tener una experiencia internacional marca mucho la mirada que uno tiene y creo que, en este mundo globalizado, donde nos encontramos en la cuarta revolución industrial, con el tema digital, las comunicaciones, los desafíos que tenemos ahora, requieren soluciones globales y quienes tienen el deber de tratar de encontrar una solución son los jóvenes, los estudiantes. Cada uno hace lo que puede dentro de su área, pero si nos vamos a enfrentar a problemas globales necesitamos formar profesionales con una mirada global. Sin embargo, si queremos formar estudiantes internacionales, el primer referente o el referente más cercano que tienen son los docentes, por tanto, necesitamos también docentes que puedan promover esta internacionalización a través de sus experiencias y sus conocimientos.

Al final se llegó a la propuesta de un encuentro internacional de educadores donde converja la multidisciplinaridad y la multiculturalidad porque el propósito es juntar docentes de diferentes regiones, diferentes culturas, diferentes expertises, diferentes backgrounds con temas o ejes en común que puedan ser debatidos, compartidos y que a su vez esto genere redes de contacto para trabajos futuros y colaboraciones.

 

Expectativas superadas

 

¿Qué esperabas encontrar antes de asistir al evento y cómo se comparó con la realidad?

Si bien el evento duraba cuatro días, nosotros teníamos que viajar con anticipación pues todo el programa de la beca duraba una semana. Viajamos unos tres días antes y empezamos a recibir formación presencial adicional a la que ya habíamos recibido de forma online unas dos semanas atrás. Esta formación virtual se centró en habilidades digitales, manejo de recursos, uso del tiempo y estructuración de un proyecto. En las formaciones presenciales recibimos talleres de comunicación, debate, oratoria, cómo hablar en público, etc.

Cuando llegó el día inicial, recién caí en cuenta de la magnitud del evento. Sabía que iba a ser un encuentro de rectores, pero no sabía que la red de universidades europeas era tan grande. Están incluidas muchas universidades de Latinoamérica, entre ellas la PUCP. Fue bastante grato y sorpresivo encontrarme al rector y a la delegación de Perú, porque fueron 14 rectores de nuestro país. Es una oportunidad muy grande, tenía que darme cuenta de dónde estaba.

Mis expectativas fueron totalmente superadas. No me imaginé que iba a ser tan grande, tan importante y que iba a reunir sobre todo a tantos rectores de la academia y pues los 60 becarios íbamos a tener la oportunidad de compartir con ellos nuestra visión del futuro, que nos escuchen y que nos tomen en cuenta a través de los foros. Fueron tres días bastantes participativos donde compartimos con rectores de diferentes. Finalmente se hizo el pacto de Valencia donde el fruto de los debates es resumido y se compromete que de cara a cuatro años se hace un seguimiento para el cumplimiento de todos estos acuerdos. Ser partícipe de todo eso fue el más grande logro que he tenido dentro de mi carrera.

 

Los debates del encuentro

 

¿Qué actividades te resultaron más enriquecedoras durante el evento?

Habían dos tipos de eventos: sesiones y paneles. De las sesiones, me quedo con dos, con la de Tim Berners-Lee, que es el inventor de la World Wide Web, y con la de Lawrence Summers, que es el presidente emérito de Harvard University.

Por el lado de Tim Berners-Lee, se hacía un llamado a la reflexión sobre el uso de la tecnología. De hecho, mencionó que nos pongamos a pensar en lo mucho que esta había avanzado, y luego nos detuvo a pensar en qué tanto hemos avanzado con los objetivos de desarrollo sostenible. La tecnología ha avanzado mucho, pero nosotros, en cuanto a humanidad y sociedad, con los desafíos de desarrollo sostenible, no habíamos avanzado de la misma manera. Es nuestra responsabilidad como sociedad global que la tecnología se adapte a nuestros objetivos y no que nosotros como humanos nos adaptemos ella. Ya tenemos unas metas de convivencia, unas metas como sociedad que tenemos que cumplir para asegurar el desarrollo y la sostenibilidad del mundo, del planeta en que vivimos. Lo que está pasando ahora es que la tecnología avanza a grandes pasos y en lugar de que adaptemos esta tecnología para nuestros objetivos, estamos buscando adaptarnos a la tecnología. Si seguimos en ese camino va a ser responsabilidad nuestra que al final no lleguemos a una sustentabilidad en el mundo.

Sobre Summers, él menciona que una buena educación genera un estado de inconformidad con la sociedad. Te pone en una situación incómoda, te desafía, te plantea retos. Si estás recibiendo una educación que no te hace cuestionarte, que no te lleva a una reflexión o que no te lleva a una crítica social o área en el que te estás desarrollando, entonces no es una buena educación. Una forma mucho más atractiva que la educación más la sociedad den respuestas a estos desafíos globales, es a través de una problem solving education, donde se evalúe no solamente la teoría, sino que los estudiantes pues puedan dar una respuesta aplicada de lo que han aprendido a un problema social o un problema existente, un problema en la industria.

 

¿Qué reflexiones te dejaron estas sesiones y paneles?

Había bastantes llamadas de atención entre los mismos expertos de los paneles, donde preguntaban a los rectores y académicos si creen que están formando para la economía o para la industria están cayendo en un grave error. Que haya este tipo de crítica o debate me pareció importante porque se planteaba el hecho de que no se están formando estudiantes para las empresas, para la industria ni para la economía; se forman estudiantes para la sociedad. Se forman estudiantes o profesionales que puedan dar respuesta a los problemas en los que como mundo, como país, como región estamos afrontando.

El principal diferencial que aporta la universidad a la sociedad es el humanizar profesionales. La tecnología avanza muy rápido, pide cada vez nuevas competencias a los estudiantes. Pero no solamente deben dar esas competencias, deben ser los encargados de humanizar a estos profesionales, a los estudiantes. Que haya este tipo de espacio de crítica de la propia universidad, de la propia academia, sobre cómo mejorar esta formación integral que tiene que dar a los profesionales me quedó bastante marcado.

 

La internacionalización como oportunidad profesional

 

¿Cómo podrías motivar a más estudiantes a postular a este tipo de becas?

Cada vez que tengo oportunidad de conversar con los alumnos, les digo que es muy importante tener esta mirada internacional; ya no es una opción para nosotros, como estudiantes o profesionales, sino una necesidad. No solamente por el lado profesional o académico, sino también por el lado personal. Vivir en otro país, conocer otras culturas y tratar de vincularte con gente diferente te hace desarrollar otro tipo de competencias y habilidades. Pero sobre todo lo que siento que está funcionando bastante bien, es que me doy un tiempo para buscar becas. El mejor momento para aplicar a becas es cuando uno tiene la condición de estudiante. Eso es algo que siempre le recalco a los alumnos, que ellos están en el mejor momento de sus vidas para postular a una beca y poder tener este tipo de experiencias y formación internacional.

Hay muchas becas en las que la aplicación es bastante sencilla. Siempre hay esta idea de que las becas son para superdotados o gente con notas perfectas o que ha estado siempre en los primeros puestos pero no es así. Muchas veces para ganar una beca solamente hace falta una muy buena carta de motivación y eso depende de la persona, depende de la experiencia que ha tenido, de las actividades extracurriculares que ha hecho, voluntariado de trabajo e incluso de sus propios intereses. Hay que romper este estigma de que las becas son solamente para unas cuantas pocas personas pues están abiertas para todos y si uno quiere postular, tiene que trabajar en sus perfiles.

Estoy segura de que si alguno de los estudiantes con los que he hablado o de los que he sido parte de su formación finalmente llega a tener una experiencia internacional, me doy por bien servida. Sé que esa experiencia está a punto de cambiarles la vida, así como lo hizo conmigo. Lo he vivido y sé por experiencia propia lo gratificante que es y lo mucho que aporta en el perfil profesional y personal de alguien.

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Desde el Departamento Académico de Ciencias de la Gestión agradecemos el aporte de Rossmery al enriquecimiento de nuestra comunidad académica, ya que es un ejemplo de éxito para todos los estudiantes de nuestra facultad. Su reconocimiento como ganadora de la beca Young Leaders for Education refuerza nuestra convicción de seguir formando profesionales íntegros, con una visión global y comprometidos con el desarrollo sostenible de nuestra sociedad. Continuaremos impulsando el talento y la excelencia en nuestra institución, enfocados en la formación de líderes capaces de enfrentar los desafíos del mundo actual y construir un futuro próspero para el Perú.

 

¡Felicidades, Rossmery!