Hace unos meses, el Ministerio de Economía y Finanzas anunció el plan “Con Punche Perú”, una nueva propuesta del Ejecutivo para reactivar la economía del país. Este plan propone una inversión de 5.9 mil millones de soles en medidas de corto plazo, enfocadas en la reactivación de la economía familiar, regional y sectorial. Lo más interesante de esta iniciativa es que busca ampliar los beneficios de las intervenciones iniciadas en gobiernos anteriores y cuenta con recursos financieros para su implementación. Además, se han publicado medidas específicas para sectores clave como la agricultura, la producción y el turismo. El plan tiene un horizonte temporal definido de seis meses y el propio ministro de Economía sería el encargado de dar a conocer los resultados obtenidos mensualmente.
¿Por qué podría ser diferente esta vez a todas las propuestas planteadas por gobiernos anteriores? ¿Cómo el Ejecutivo asegurará que no se quede en papel? ¿Se estará blindado ante los cambios de gobierno y crisis como la COVID-19 o el fenómeno de El Niño? La diferencia puede estar en la implementación, es decir, en pasar del dicho al hecho, en asegurarse de que este plan sea para personas reales y que se traduzca en mejoras de bienestar, oportunidades y servicios.
Para llevar a cabo una política pública, un plan o un proyecto, hace falta un buen liderazgo y voluntad política, considerando, además, cuatro elementos determinantes para su diseño y desarrollo: (i) tener claridad en el objetivo dela intervención, que responda a un problema público, y que tanto funcionarios, servidores y ciudadanos conozcan el objetivo y sean parte del diseño y ejecución de la intervención; (ii) saber leer el contexto, atendiendo a las diferencias culturales, sociales, geográficas, climáticas, económicas y políticas; (iii)elegir los instrumentos de implementación adecuados, ya sean incentivos, sanciones, promoción, redistribución, entre otros; y (iv) contar con los recursos necesarios para alcanzar el objetivo: financieros, humanos, tecnológicos, de tiempo y de liderazgo.
De otro lado, para alcanzar el objetivo de la intervención, la implementación debe considerarse como un proceso de mejora continua, que aborde todas las aristas del problema público. Asimismo, debe estar articulada con los actores relevantes, contar con mecanismos de seguimiento y, por último, estar protegida de cualquier síntoma o posibilidad de corrupción.
“Con punche Perú” debe incorporar aprendizajes de intervenciones anteriores y contar con los elementos necesarios para su puesta en marcha, pero acompañado de cambios estructurales. De lo contrario, corre el riesgo de convertirse en uno más de los planes que no llega a concretarse. Un ejemplo de esto es el pago de bonos durante la pandemia, que tuvo serias limitaciones en su realización debido al monto, la logística, la comunicación y la identificación de los beneficiarios. En cuanto a “Con punche Perú”, se ofrece nuevamente un bono para los agricultores:¿de cuánto?, ¿para quién?, ¿qué se pretende lograr? Si el objetivo es simplemente transferir recursos, habría que simplificar el proceso y no limitarlo únicamente a los agricultores, ya que la necesidad de contar con ingresos es compartida por toda la población y la agricultura enfrenta su propia problemática. En ese sentido, es urgente diseñar políticas, planes y programas que puedan orientarse mejor a las condiciones de vida de la población de forma más integral.
Referencias:
- Ministerio de Economía y Finanzas. Url: mef.gob.pe
- Gutiérrez,J. A., Restrepo, R. D., Zapata, J. S. (2017). Formulación, implementación y evaluación de políticas públicas desde los enfoques, fines y funciones del Estado. Revista CES Derecho, 8(2), 333-351.
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Mg. Flor Blanco Hauchecorne. Master of Public Administration, Syracuse University.